¡Hola chic@s!
¿Tenéis prevista alguna escapada a la nieve? ¡Hay que aprovechar que está todo nevadito! Eso si, si quieres disfrutar de unos días en la nieve hazlo con cabeza.
Y no, no nos referimos solo a que no debemos meternos en la carretera con temporal... También nos referimos a que en la nieve, aunque no nos demos cuenta, ¡también podemos quemarnos!
Cuando hagas la maleta no olvides guardar en ella un buen protector solar por que en la nieve también podemos sufrir graves quemaduras como en verano ¡e incluso peor!
¿Sabes por qué? ¡No te pierdas nuestro blog de esta semana!
Cuando vamos a pasar unos días en la nieve llenamos la maleta de ropa calentita, las botas, gorros, bufandas y guantes, pero ¿qué pasa con la protección solar? ¡También es necesaria!
Tenemos la mala costumbre de asociar el buen tiempo con la gravedad de los rayos solares, pero, lo veamos o no, el sol sale cada día y por ello, antes de salir de casa, debemos aplicar protección solar en nuestra cara y manos ya que son las zonas que están siempre expuestas.
En la nieve la intensidad de los rayos solares se multiplica debido a distintos factores:
La nieve refleja un 80% de la radiación solar, como en verano cuando estamos en el agua. Esto se debe a que tanto el agua como la nieve actúan como si fueran un espejo, por lo que cuando los rayos solares tocan la nieve, ésta se refleja en nosotros, multiplicando así el riesgo a sufrir quemaduras.
Además, cuando estamos en las montañas estamos mucho más cerca del sol y, a esas alturas, la protección de la atmósfera es menor, por lo que los rayos UV alcanzan nuestra piel con mayor intensidad.
A esto tenemos que sumarle que las condiciones ambientales como el frío, el viento y la nieve; resecan y deshidratan nuestra piel, por lo que ésta no puede protegerse de los rayos del sol.
Por ello es muy importante ir bien protegidos y aplicar un protector solar que cuente con un alto SPF.
Desde FacilFarma te recomendamos llevar contigo estos días el protector solar Heliocare SPF 90, con el que podrás disfrutar de la nieve ¡sin riesgos!
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