¡Hola chic@s!
Mima nuestra piel, la nutre intensamente, la exfolia con cuidado, la limpia... ¿Sabes quien es capaz de hacer todo esto por nuestra piel y además de manera natural? ¡La avena!
La avena cuenta con propiedades altamente regeneradoras y muy, pero que muy beneficiosas para nuestra piel.
Y no lo decimos nosotros, los egipcios y los árabes ya usaban este cereal para darse relajantes baños con el fin de embellecer y cuidar profundamente su piel.
Sus grandes propiedades y usos medicinales hacen que, hoy en día, sigamos utilizando este cereal para el cuidado de nuestra piel, por lo que se a convertido en el tratamiento ideal para muchos problemas de la piel.
Los beneficios de la avena son tantos que si los pusiéramos todos ¡ocuparíamos 3 blogs! Así que, en nuestro blog de hoy, vamos a contaros los mejores y más conocidos.
Propiedades calmantes
La avena es muy común en los productos para el cuidado corporal por sus grandes propiedades para combatir y tratar eficazmente muchos problemas dermatológicos como la sarna, la dermatitis o la psoriasis.
Las propiedades calmantes de la avena alivian el picor de la piel, tratando la urticaria y las erupciones.
Propiedades antibacterianas
Si utilizamos la avena en forma de gel para darnos un relajante baño no solo nos olvidaremos del estrés del día y dormiremos mejor sino que, además cuidaremos en profundidad nuestra piel, la calmaremos y evitaremos la aparición de espinillas o acné gracias a sus propiedades antibacterianas.
Además, la avena es un excelente exfoliante natural que elimina suavemente las células muertas y ayuda a nuestra piel a regenerarse.
Humectante natural
Por último queremos deciros que la avena es una gran amiga de las pieles secas o descamadas ya que es un humectante natural que aporta una gran y profunda hidratación a las pieles más secas mientras que la protege formando una película protectora.
¿No creéis que la avena es perfecta? ¡Por que a nosotros nos encanta! Y, como hemos dicho, estos son solo algunos beneficios de la avena para nuestra piel, pero la lista ¡dura y dura!
